Días difíciles en el quehacer con los niños. Por un lado lo complicado que es pretender cambiar la comcepción de lo que es una clase, lamentablemente creen que una clase necesariamente es copiar de la pizarra al cuaderno, y que las explicaciones orales son de poco significado -no los culpo, a esos los acostumbraron-. Por otra parte, el miércoles fue la entrega de boletines y, por ende, mi presentación formal ante los representantes... No salió como imaginé, como ninguna de las opciones que contemplé, dolorosamente el docente con quien trabajo (egresado de las misiones) conversó con los representantes respecto de mi asignación, y del hecho de que soy bachiller, lo cual generó repudio de ellos hacia mí (gracias a Dios no de todos, pues algunos -los mas dedicados a sus hijos- han estado presente en algunas de las actividades que les realizo a los niños, juegos, dinámicas, sesiones de chistes, lecturas extras -todo relacionado con las clases- y, esos representantes, se levantaron para darme apoyo... Lo cual evidenció una división -que espero no afecte ni a los niños, ni a mí- entre el otro docente y yo, y los representantes).
Por dar un ejemplo, el día jueves -es decir, el siguiente a la entrega de boletines- la planificación fue realizada por el profesor egresado de las misiones (no tengo nada en contra de ellos, pero no es un secreto que su preparación es MUY superficial), lo único que se hizo en un aproximado de 4 horas reales que se destinan a las clases fue: Una evaluación de Lengua y Literatura (lo cual me pareció extremadamente precipitado, ésta es la primera semana que se trabaja completa con los niños); y, Seis ejercicios de adición y sustracción (es decir, tres de adición y tres de sustracción).
El día viernes dicho docente no llegó al trabajo, y no me coemntó al respecto, afortunadamente siempre llevo planificadas las clases, lo que si me complicó la existencia fue que la bibliotecaria estaba de permiso (no sabía) y para realizar la actividad central del día necesitaba material de la biblioteca, así que tuve que improvisar, menos mal que siempre cargo algún libro en el bolso, de ese libro saqué los ejemplos que necesitaba para repasar la formación de oraciones, luego use sólo ejemplos que los involucrase a ellos... se los recomiendo ¡los atrapa!
Reflexión de la semana:
Tras la entrega de boletines mis animos quedaron por debajo del suelo, siento que los representantes fueron crueles conmigo -lo más suave que me dijeron fue usted es bachiller y estudia en la ULA ¿Porqué mejor no se va a estudiar en la Universidad?-. Sin embargo, la falta del docente del día viernes me enseñó algo, qué importa lo que digan los demás, si uno sabe que está haciendo lo correcto no hay porque detenerse... eso lo aprendí gracias a los niños, quienes me pidieron que les diera las clases como lo estaba haciendo, que les continuase la lectura del libro Harry Potter... cuestiones como esas (en mi opinión) son muy importantes.
Y ahora, en esta situación, me coloco como ejemplos a seguir a dos personajes históricos, distantes en el tiempo entre sí. Galileo quien tuvo que soportar la presión de la iglesia y de la inmensa mayoría de la gente de Europa, por mantener su ideal, la tierra no es el centro del universo. Y Simón Rodríguez, quién fue (al igual que el primero) poco comprendido en su momento, y hoy en día (de ceirta forma) algunas de sus propuestas se ejecutan, como son las escuelas técnicas. Así que, decistir seria errar, loq ue me queda por hacer es saber llevar la situación. Creo que no me queda otra opción.
